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Coca-Cola y WWF España han presentado “Misión Posible: Desafío Guadalquivir”, el proyecto financiado por The Coca-Cola Foundation que busca mejorar la biodiversidad y reducir la presión hidrográfica en el estuario del Guadalquivir.
El proyecto quiere impulsar buenas prácticas agrícolas y la recuperación de marismas en la zona, así como mejorar la cantidad y calidad del agua del estuario de Guadalquivir a través de un ahorro de agua de entre 500 y 1.000 millones de litros al año. Además, todas las actuaciones en el marco del proyecto están enfocadas a favorecer e incentivar una actividad económica sostenible a través de la formación de los agricultores de la zona y el fomento de buenas prácticas agrícolas.
En este sentido, el proyecto “Misión Posible: Desafío Guadalquivir” cuenta con tres objetivos principales:
Recuperar la biodiversidad en el estuario del Guadalquivir como prioridad
WWF España, con el apoyo de The Coca-Cola Foundation, ha iniciado la restauración del hábitat natural del estuario del río Guadalquivir a través de la recuperación de una marisma de 6 hectáreas de extensión en la localidad de Trebujena (Cádiz), con el objetivo de mejorar la calidad de agua, además de crear un refugio para la avifauna presente en la zona. De esta forma, se busca favorecer la biodiversidad e incentivar el turismo sostenible.
Pelayo Bezanilla, director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola Iberia, señala: “La iniciativa “Misión Posible: Desafío Guadalquivir” forma parte del compromiso de Coca-Cola con el agua dentro de nuestra estrategia de sostenibilidad Avanzamos. El compromiso social y ambiental de Coca-Cola va más allá de la actividad de la propia compañía y es por ello que una de nuestras prioridades es proteger los espacios naturales y los recursos hídricos de nuestro país, con el fin de preservarlos para futuras generaciones”.
Incentivar buenas prácticas agrícolas a través de la formación y sensibilización
Otra de las intervenciones de “Misión Posible: Desafío Guadalquivir” es el trabajo con agricultores, principalmente de cultivos de cítricos, para reducir el uso de agua para el riego y favorecer buenas prácticas agrícolas. Bajo esta premisa, se ha instalado un equipamiento innovador de sensores planta-clima-suelo en 15 fincas de cítricos que, a través de una moderna app (Irristrat), permite a los agricultores monitorizar en tiempo real la humedad del suelo y el estado en el que se encuentra el cultivo. De esta forma, se favorece un uso eficiente del agua mientras se mantiene la producción y calidad de la cosecha de cítricos. Además, el proyecto contempla un ambicioso plan de formación y capacitación, donde se desarrollarán cursos de formación y sensibilización para conseguir un cultivo de calidad con el máximo ahorro de agua.